Y veremos el amanecer hasta que amanezca.

-¿Qué te pasa?, hacia tiempo que no estabas así, no pareces tú.
-Que.. ¿qué me pasa?. Que me acabo de dar cuenta de que las mejores cosas no se buscan, se encuentran.

Vale. Es imposible no pensar que es lo típico. Hoy sí, mañana no me apetece. Y no, antes de que me preguntes, no lo sé. Quizás solo se trate de disfrutar del momento, pero es tan poco probable que me salgan las cosas bien de una vez por todas.

Bueno, hay aveces que simplemente no hace falta decir las cosas para saberlas.

He perdido el sur.

Y luego me quedo en blanco, me quedo en blanco y no sé que decir. Y me quedo como una estúpida, mirando sin saber dónde mirar, y pensando por qué todo tiene doble sentido para ti cuando no lo hay. Y subes, y te caes.

Y no puedes decir que has querido porque no sabes lo que es el amor, porque no sabes que es eso. E igual estas haciendo una montaña de un amago de arena.

O no.

¿Y locuras, te gusta hacer locuras?

Quizás podríamos ir de un día para otro a Italia, o ir corriendo y meternos con ropa a la playa, cada noche, cada verano. Quizás veríamos las cosas de otra manera.

¿Sabes? No conoces ni una milésima parte de lo que llevo dentro. Soy soñador, egoísta, solitario, independiente y me espanta comprometerme.